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Tuesday, January 17, 2006

Uribe pide investigar a Senadores

Enero 15 de 2006Uribe pide a Fiscalía investigar a senadores Juan Manuel López Cabrales y Miguel de la Espriella
El hecho se produce en momentos en que los partidos debaten la posible presencia de aliados del paramilitarismo en listas de candidatos al Congreso.
Los senadores López Cabrales (liberal) y De la Espriella (uribista) tuvieron un altercado en el que se acusaron mutuamente de tener trato o de recoger votos a expensas de los paramilitares. De la pelea fue testigo el presidente Álvaro Uribe.
El caso ocurrido el 3 de enero se mantuvo en la más absoluta reserva durante 10 días, hasta el pasado viernes 13 de enero cuando EL TIEMPO contó los detalles de lo ocurrido.
Sin embargo, lo que no se sabía es que el presidente Álvaro Uribe decidió poner el caso en manos del más alto organismo de investigación del país y en una carta –firmada por su secretario jurídico Mauricio González y conocida ayer por este diario– pidió que se indagara penalmente qué tan ciertas son las acusaciones que se cruzaron los dos senadores de Córdoba.
La pelea en Montería
El episodio que inspiró la denuncia del presidente Álvaro Uribe ocurrió el primer martes del año en la oficina de José Rodolfo Corena –amigo del Presidente–, en donde trataban de resolver a quién nombrar como gobernador de Córdoba en reemplazo de Libardo López, quien tuvo que dejar el cargo en agosto por líos judiciales.
El momento de mayor tensión llegó cuando los congresistas pedían un gobernador que diera “garantías”, pues se quejaban de que el saliente favorecía solo a un sector.
De La Espriella dijo que el 30 de diciembre se habían contratado cerca de 1200 empleos. Ante esta denuncia, López Cabrales reaccionó airado y dijo que su hermano –el gobernador Libardo López– había dado plenas garantías a sus opositores. Al punto de haber entregado dos cargos en el gabinete –las secretarías de Hacienda y Salud– al grupo de De la Espriella y de Eleonora Pineda.
De la Espriella replicó y denunció que los dos funcionarios mencionados no pertenecían a su grupo, sino que sus nombramientos habían sido el resultado de un acuerdo entre López y el ex jefe paramilitar, Salvatore Mancuso. Uribe, en el centro de la mesa, apenas miraba a uno y a otro.
López gritó a voz en cuello, señalando con el dedo índice a De la Espriella: “¡Miente, miente! Usted es amigo personal de Mancuso y los votos conseguidos por usted y por Eleonora Pineda fueron obtenidos gracias a la presión de los fusiles”.
En ese mismo instante López y De la Espriella se pararon de sus sillas y se iban a ir a los puños, cuando el presidente Uribe intervino.
“¡Calma, calma, señores senadores. Les pido respeto!”, dijo el Presidente, incorporándose en su silla.
Ya hay investigador
En su carta al fiscal Mario Iguarán –fechada el 12, según fuentes oficiales–, la Casa de Nariño señala que los senadores se cruzaron acusaciones sobre presuntas irregularidades administrativas y “con la posible incidencia del paramilitarismo en la política regional”.
En la misiva se indica que la intención del Presidente es poner en conocimiento de la justicia estos hechos para que tome las decisiones que sean necesarias.
El Fiscal ya designó un investigador para conocer el caso. El Código Penal (art. 417) obliga a los funcionarios públicos a poner en conocimiento de las autoridades todo hecho punible del que tenga información y sanciona con pérdida del cargo y pena de entre 2 y 4 años de prisión a quien no lo haga.
Es la primera vez que el Presidente se ve obligado a poner en conocimiento de la justicia hechos al parecer ilegales de congresistas, por la circunstancia de haber sido testigo.
Al revelarse este viernes los hechos bochornosos del 3 de enero, el presidente Uribe notificó ese mismo día la designación de Honorio Henríquez, secretario general del Ministerio del Interior, como gobernador encargado de Córdoba. Y resolvió así la ‘papa’ caliente en la que se le había convertido ese nombramiento.
‘Gastos dudosos’: presidente
En un breve comunicado la Casa de Nariño informó anoche que el presidente Álvaro Uribe se reunió con el fiscal general, Mario Iguarán, y que le pidió “iniciar una investigación sobre gastos dudosos y cuantiosos en algunas campañas para Congreso”.
Aunque no trascendieron más detalles oficiales del encuentro, EL TIEMPO estableció que el presidente le habría transmitido quejas específicas al Fiscal sobre el sospechoso origen de los recursos de al menos tres campañas políticas.
El comunicado añade: “La legitimidad democrática y la credibilidad en las instituciones deben estar fundamentadas en la transparencia de las elecciones”.
La reunión hace parte del panorama de preocupación que existe con relación a la posible filtración de ‘paras’ y de dineros sucios en las listas de candidatos al Congreso. Además, se produjo tras las denuncias de congresistas, publicadas ayer por este diario, que piden vetar nombres concretos en esas listas.

Miguel de La Espriella, senador uribista de Córdoba, forma parte del Partido Colombia Democrática fundado por el presidente Uribe y liderado ahora por Mario Uribe, el primo del Presidente. De la Espriella fue acusado por su colega Juan Manuel López de deberle su curul a los paramilitares de Córdoba que ejercían presión armada sobre los electores.

Juan Manuel López, senador liberal, fue acusado por su colega Miguel de La Espriella (uribista), de haber hecho acuerdos con su hermano el ex gobernador Libardo López y el jefe paramilitar Salvatore Mancuso, para nombrar a dos recomendados de este en el gabinete departamental y de utilizar los recursos oficiales para hacerse elegir senador.

Con Información tomada de El Tiempò, 16 de Enero de 2005

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