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Monday, April 30, 2007

Video detalla asesinatode periodista colombiano

Tocó a grupo de poder en Manizales, señala una investigación de la SIP

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Alejandro Suverza
El Universal
Lunes 30 de abril de 2007

Miles de personas marchaban por las calles de la capital Manizales, en Caldas, Colombia. Una mujer gritaba por altavoz: "¡Orlando Sierra está...!". Y el pueblo le respondía con rabia: "¡...vivo!". El nombre era del subdirector del periódico La Patria que convalecía en un hospital después de haber sido baleado por un sicario.
La mujer del altavoz continuaba: "¡Si alguien está manchando la acera con sangre...!". La gente respondía: "¡...nosotros la teñimos con flores!". El 30 de enero de 2002, el columnista José Orlando Sierra fue atacado antes de entrar a las oficinas del diario. Un sicario lo había esperado más de dos horas en un puesto de dulces y cuando el periodista volvía de comer junto con su hija, le disparó dos veces.

En el documental La batalla del silencio de la Sociedad Interamericana de Prensa (SIP) -transmitido ayer por la noche en el programa Código 2007 de EL UNIVERSAL, bajo la conducción de los periodistas Raymundo Riva Palacio, Estela Livera y Jorge Zepeda Patterson-, una cámara captó el momento en que el agresor corría detrás del periodista y su hija, luego se escucharon dos tiros. Caracol Televisión informaba que estaba herido de gravedad.

Origen de la agresión

La SIP recabó testimonios propios y ajenos para describir el trabajo y la postura de Orlando Sierra en su labor periodística. Se decía que el columnista había tocado los intereses del grupo de poder en Manizales. "Tratar de silenciar o acallar los medios de comunicación es un acto doblemente terrorista es al miedo infundirle el silencio", decía el subdirector de La Patria antes del atentado.

El académico Ignacio Restrepo aseguraba que no había una persona tan vertical como Orlando Sierra, que en su columna iba contra la corrupción y políticos con nombre y apellido. "No le tenía miedo absolutamente a nadie", agregaba mientras las imágenes del documental lo ponían a cuadro cuando extraía un periódico de la rotativa para supervisar la primera plana.

Nunca quiso callar

De "temerario" lo calificó Luis Felipe Gómez, publicista de La Patria. "Parad, Parad, que te van a matar", le advirtió su amigo el poeta Antonio Leyva. El columnista sólo le respondió: "Hermano, no puedo, no puedo quedarme callado".

En varias de sus columnas, el subdirector Orlando Sierra se había metido con un grupo llamado La Coalición, que de acuerdo con el documental estaba integrado por dos frentes que fingían ser contrarios y se habían repartido el poder en los últimos 40 años. Ponían alcaldes y gobernadores y eran encabezados por los senadores Renán Barco y Omar Yepes. En su columna de julio de 2000, Orlando Sierra se dirigió al segundo para arrojarle en la cara que había formado una tierra de hombres liliputenses, de hombres pequeños, pues. Una periodista de El Tiempo de Bogotá decía que tocar el interés de muchísimos en un país donde la vida no vale nada era terrible el riesgo.

En otra de sus columnas evidenciaba al senador Yepes que mantenía por lo menos a nueve familiares en puestos claves del gobierno de Caldas. Había hecho el organigrama de poder de un legislador. "No soy antiyepista como puedo parecer, soy antinepotista. Me da coraje ver que sucedan estas cosas y que en nuestro medio simplemente se guarde silencio frente a ello", escribió el periodista.

Acusaba también al senador Barco de poner a Caldas en manos de "rapaces", y documentado evidenciaba que muchos de sus colaboradores habían sido cuestionados y juzgados penalmente.

En el documental de la SIP salieron a cuadro los títulos de su columna Punto de encuentro: "La verdad de las mentiras", "Los enemigos del gobierno" y "Pensamientos silenciados". Orlando Sierra era captado en una entrevista cuando decía: "Yo soy inmune cuando escribo y muy frágil cuando sale publicado".

Su ejecutor, Luis Fernando Soto Zapata, fue detenido en un mercado y más tarde otros dos sicarios fueron aprehendidos. Pero los asesinatos de testigos comenzaron. Un hombre de apellido Candelo, que declaró ante la fiscalía, fue ejecutado en un autobús.

El documental muestra la escena cuando el cuerpo del vendedor de dulces era sacado de un barranco. Se argumentó suicidio. El miedo provocó el silencio y los autores intelectuales continúan libres. Enrique Santos, presidente del Comité contra la Impunidad de la SIP -que ha contado los asesinatos de 300 periodistas en América Latina; Colombia, México y Brasil encabezan la lista-, aseguró que la impunidad es el principal actor de la violencia contra los periodistas.

La noche del 1 de febrero, Caracol Televisión anunció la muerte de José Orlando Sierra, mientras en las imágenes mostraban su ataúd con un ramo de flores encima.

Publicado en El Universal/ www.eluniversal.com.mx

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