colombiainedita

Thursday, April 26, 2007

AUCtioquia hoy en día

AUCtioquia hoy en día
por Jambi

Tuesday, Apr. 17, 2007 at 2:22 PM


Lo cierto es que después de la reclusión amañada de los capos del narcoparamilitarismo, como era obvio de esperarse, en el departamento de Antioquia ha habido un reciclaje de sus estructuras que al igual de lo que fue el origen del paramilitarismo contemporáneo de las últimas tres décadas, amenaza con proyectarse en todo el país.

En Antioquia desde 1995 a 2003, año en que comienza el engañoso proceso de
paz del gobierno se habla de una macabra estadística de 3.540
desaparecidos y 130 fosas comunes a causa de la brutalidad del accionar
narcoparamilitar.

El gobierno con su retahíla mentirosa, dirigida a través de los medios de
comunicación a los ciudadanos desinformados, afirma con el mayor descaro
que ha desmantelado al paramilitarismo.
Acto seguido a través de su cantaleta trillada de lucha contra el
terrorismo sentencia que por obra y gracia de sus palabras mágicas, el
paramilitarismo que sigue incólume en todo el país y que no está en la
negociación farsante, no es paramilitarismo sino delincuencia o bandas
criminales emergentes a las que les caerá “todo el peso de la ley”.
Excelente muestra de doble discurso mentiroso y descarado.



Lo cierto es que después de la reclusión amañada de los capos del
narcoparamilitarismo, como era obvio de esperarse, en el departamento de
Antioquia ha habido un reciclaje de sus estructuras que al igual de lo
que fue el origen del paramilitarismo contemporáneo de las últimas tres
décadas, amenaza con proyectarse en todo el país. Vale la pena registrar
brevemente la situación del martirizado departamento de Antioquia hoy en
día para denunciar el narcoparamilitarismo rampante que impera.

La situación de Medellín

En las comunas de Medellín ya no hay patrullajes con fusiles y brazaletes,
pero la presión se siente y crecen las extorsiones. En asentamientos
subnormales de Medellín, como Altos de la Torre, Pinar, Regalo de Dios o
Nuevo Amanecer, se dice que siguen mandando los desmovilizados del Bloque
Cacique Nutibara.


La comuna 13, después de la famosa operación Orión, cuyo nombre hace un
homenaje al paramilitar que ayudó a la fuerza pública a diseñar y efectuar
la mencionada operación (el ex policía conocido como Fabio Orión), y
liderada por el genocida y promotor del paramilitarismo General Mario
Montoya, hoy está bajo control de los paramilitares, quienes operan en
asocio de las cooperativas de vigilancia privada que ellos también
controlan


Voces anónimas de la comuna 13 y de la zona nororiental de Medellín
manifiestan que, se está incrementando el número de asesinatos con arma
blanca, arma contundente o asfixia, como una forma de encubrir los móviles
políticos de algunos asesinatos. Es un control más sutil, pero en el fondo
igual de terrorífico a épocas recientes; así, el modelo paramilitar está
controlando el circuito económico de comunas y barrios.


En las comunas, los paramilitares inciden en la cotidianidad de las rutas
del transporte público, controlan las apuestas y mantienen las oficinas de
cobro, desde las sombras supervisan la economía derivada de actividades
ilícitas como la distribución de droga, el comercio ilegal de gasolina, la
prostitución y el tráfico de armas.

Así el gobierno trate de negarlo, hay un secreto a voces: Adolfo Paz (Don
Berna) sigue mandando en el área metropolitana de Medellín y sus segundos
al mando mantienen un tenebroso control.
Heredero de las bandas de sicarios de los tiempos de Pablo Escobar Gaviria
, jefe único del Bloque Cacique Nutibara que impuso su
hegemonía a punta de terror en contubernio con la policía y los militares
a lo largo y ancho del área metropolitana del Valle de Aburrá, gestor de
las oficinas de cobro y otros métodos de violento control de la economía
ilegal en los submundos urbanos, Don Berna mantiene intacto su poder
mafioso.

Su mano negra se advierte hasta en el control de la usura que se promueve
a través de los populares préstamos de dinero conocidos como “gota a
gota”.

Otra situación preocupante que sucede con conocimiento público en la
Medellín de Fajardo y Uribe es el accionar del “Movimiento Colombia Libre
Opción Derecha”, que en las propias calles de Medellín ejerce su presión
armada y sicológica.

A través de mensajes intimidatorios por correo electrónico o panfletos
amenazantes, esta organización clandestina acosa por igual a defensores de
derechos humanos, asociaciones sindicales o instancias de trabajo
comunitario. Cuando Uribe y sus seguidores afirman que le devolvieron la
paz a Medellín hay que saber que se refieren al control narcoparamilitar
que actualmente sucede en las narices de todas las autoridades públicas y
con beneplácito de amplios sectores de la capital antioqueña.

URABA

La estructura paramilitar en la región de Urabá está intacta. Se asegura
que Vicente Castaño está de regreso y que segundos jefes del Bloque
Bananero están rearmando los combos de sicarios.

Muchas autoridades de la zona lo saben, pero prefieren el silencio
cómplice. Algunos empresarios privados lo toleran o cohonestan
abiertamente, porque les ayuda a mantener condiciones salariales
miserables, escudándose en el supuesto acoso de la guerrilla. Además hoy
más que nunca el narcoparamilitarismo en Urabá es el amo y señor del
negocio del narcotráfico. Lo anterior lo ratifican recientes informes de
la Policía Antinarcóticos y la Policía Nacional que reconocen que el
puerto de Turbo es hoy la zona del país de donde más está saliendo
ilegalmente la cocaína.

La Gobernación de Antioquia posee reportes que dan cuenta de una
reincidente presencia de hombres armados en el Golfo de Urabá, vinculados
con el control de cargamentos de cocaína.

Sumado a lo anterior, por los corregimientos de Currulao, El Tres y Nueva
Colonia, en Turbo, se ha visto a ex combatientes del Bloque Mineros o el
Bloque Bananero, asegurando corredores geográficos, condicionando a punta
de terror la vida de los lugareños. Actualmente una nueva banda
narcoparamilitar llamada Renacer empieza a hacer de las suyas en Apartadó,
Carepa o Chigorodó

En una vasta zona del norte y el nordeste del departamento, los cultivos
de coca son controlados por el paramilitarismo. En los municipios de
Anorí, Amalfi, Briceño, Yarumal, Remedios y Segovia especialmente, se
vienen presentando asesinatos, atribuidos a desmovilizados del Bloque
Central Bolívar.

Desde otros municipios de Antioquia como Zaragoza, El Bagre, Tarazá,
Argelia, San Francisco, Nariño, Angelópolis, Titiribí o Dabeiba,
semanalmente llegan reportes a la Defensoría del Pueblo donde se denuncian
incursiones de paras. Igualmente en el Bajo Cauca el entorno de ilegalidad
fomentado por el narcotráfico se mantiene.


Como es de conocimiento público, pero encubierto por la institucionalidad
y los medios de comunicación gobiernistas, en Antioquia los mismos bloques
narcoparamilitares que se desmovilizaron, operan de nuevo en territorios
de su influencia con la complicidad de sectores empresariales y las FFAA.

El tema es de máxima gravedad, porque a ocho meses de las elecciones
municipales y departamentales, en las mismas regiones antioqueñas donde
mandaron a sus anchas el Bloque Central Bolívar, el Bloque Cacique
Nutibara, el Bloque Héroes de Granada o el Bloque Mineros, hoy sus
estructuras recicladas amenazan con repetir el control mafioso sobre el
Estado.

Y el Gobierno tiene el descaro de repetir reiteradamente a través de su
prensa que ha desmantelado al paramilitarismo y que hoy reina la paz en
Antioquia y el resto del país.


www.indymediacolombia.org

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