La puntica no más..!

La puntica no más..!


Financiando los criminales asesinos.
Las denuncias sobre corrupción, narco-paramilitarización del estado, financiación de estos por parte de las multinacionales, son apenas 'la puntica' de la inconmensurable podredumbre del régimen narco-paramilitar de Uribhitler. El pueblo ha vencido el terror impuesto y lucha por la construcción de la Nueva Colombia, escribe José María Carbonell.

Por José María Carbonell, ANNCOL

Dicen que esa es una de las mentiras del hombre. Y debe ser cierto porque es una monumental mentira. Lo que si no es mentira es que apenas es ‘la puntica’ de la verdad de la narco-paramilitarización del estado oligárquico colombiano lo que estamos presenciando, ya sin mirada de asombro porque los colombianos perdimos la virginidad hace muchísimos años.

La ‘puntica’ de la corrupción


La puntica de la corrupción hurga las entrañas de Uribhitler.

El régimen narco-para-fascista de Uribhitler Vélez es desde lejos la administración más corrupta de todas las administraciones oligárquicas. Y digo ‘administraciones’ porque son eso, capataces de la finca que creen tener los gringos en Colombia.

Y es con creces la MÁS corrupta de esas administraciones. Lo cual significa que la corrupción es consustancial con el ejercicio del poder por parte de la oligarquía. Si no fuera así no aceptarían –gustosos- la injerencia estadounidense.

Y lo que hemos visto hasta ahora, es apenas ‘la puntica’ de la descomunal corrupción que carcome por dentro el régimen oligárquico-mafioso colombiano. Los escándalos de Findeter, Incoder, Supervigilancia privada, Supernotariado y Registro, Viceministerio de Justicia, Cancillería –con Carolina Barco y con la ‘conchuda’ Conchi Araújo-, DAS y el bandido Jorge Noguera Cotes, etc, etc, etc.

Corrupción que se ‘come’, ‘desaparece’, 3.500 millones de pesos diarios, según denuncia de la propia Contraloría General de la Nación el año pasado.

Ahora, la pregunta del millón es: ¿Quién ha nombrado todas esas personas inmersas en esos escándalos de corrupción? El ‘administrador’ que es inquilino en la Casa de Nariño. Álvaro Uribe Vélez, ‘Uribhitler’.

La ‘puntica’ del narco-paramilitarismo


La puntica del narco-paramilitarismo le duele a Uribhitler.

También es también ‘la puntica’ de la narco-paramilitarización del estado colombiano. Producto por las políticas agenciadas desde el imperio estadounidese, los diferentes presidentes de la oligarquía colombiana han desarrollado el proyecto de narco-paramilitarización de la vida colombiana. Proyecto que desde el principio realizó su contubernio impúdico con el narcotráfico para adelantar la guerra contrainsurgente contra el pueblo.

Es apenas ‘la puntica’ lo que se está aireando porque el pueblo colombiano venció el miedo y como dijo un líder kankuamo: “Callemos o no callemos, nos van a seguir matando”. El tejido social del pueblo, resquebrajado por el terror desatado por la Fuerza Pública, con sus propios agentes y con las bandas narco-paramilitares, venció el marasmo al cual fue llevado y se está reconstruyendo, y el movimiento popular como el ‘Ave Fénix’ se está levantando de sus cenizas y comienza a clamar con voz cada vez más fuerte la aplicación de justicia contra los asesinos de sus hijos.

¿Quién no sabía que los narco-paramilitares nunca han actuado solos? Todo el mundo sabía que los narco-paramilitares ‘aparecen’ allí donde hay grandes riquezas, interés de las multinacionales; pero para que esos asesinos ‘aparezcan’ tienen que llegar primero las fuerzas militares del estado. ¿Y quiénes mandan a esa Fuerza Pública? La cúpula militar. ¿Y quién manda a la cúpula militar? Pues el Poder Ejecutivo. ¿Y en dónde está centralizado ese ‘poder’? Pues en Bogotá, en la Casa de Nariño.

Y la pregunta del millón es: ¿Quién es el que ‘manda’ en la Casa de Nariño? Desde hace 5 años los hace Álvaro Uribe Vélez, más conocido en el submundo de la mafia como ‘Uribhitler’.

'La puntica' de la corrupción de los militares


¿Quién responderá por los asesinatos cometidos por los nacro-paracos? ¿La Chiquita? ¿Uribe Vélez?

Y es apenas ‘la puntica’ de la corrupción de las fuerzas militares lo que se está aireando. Los militares siempre se han beneficiado de la corrupción. Primero de los contrabandistas –de café, cigarillos, licores-, y después del narcotráfico. Y lógicamente también de la guerra.

La alta oficialidad siempre fue ‘amiga’ de los grandes capos narco-paramilitares. Por ello siempre los ha puesto a su servicio. Y las denuncias del pago de la multinacional Chiquita Brands, es apenas ‘la puntica’ de la participación de esas multinacionales estadounidenses –pero también de las europeas- en el proyecto del narco-paramilitarismo.

Allende La Paz publicó en ANNCOL en 2004 un artículo en el cual denunció el papel de las multinacionales petroleras en el Plan Colombia y la financiación de las organizaciones criminales de narco-paramilitares. Ese artículo comenzó a airear que todas las multinacionales han financiado a las bandas asesinas narco-paramilitares. Lo ha hecho –y lo hace la Drummond en el Cerrejón y el Cesar, y por ello han asesinado a los dirigentes sindicales-; lo ha hecho –y lo hace la Coca Cola, y por ello han asesinado a los dirigentes sindicales de esa empresa-; lo ha hecho la Chiquita Brands y por ello han asesinado los dirigentes sindicales que eran incómodos para la empresa.

La pregunta del millón es: ¿Quién responderá por el asesinato de estos dirigentes sindicales asesinados por las bandas narco-paramilitares financiadas por esas multinacionales? Uribhitler lanzó una frase huera al decir que solicitaría en extradición a los directivos de la Chiquita Brands para que respondieran por estos actos criminales. Frase huera porque él sabe que los Estados Unidos no extradita a ninguno de sus nacionales a ningún país. Frase huera típica de Uribhitler para acallar los sentimientos antiimperialistas. Frase huera y por demás estúpida.

Apenas ‘la puntica’

Nosotros no mentimos. Si es apenas ‘la puntica’ la que mortifica al régimen narco-para-mafioso-oligárquico de Uribhitler, se imaginan cómo será cuando la metamos toda… Porque en eso está empeñado el pueblo colombiano. En ‘meterla toda’ para castigar a los culpables de los crímenes de Lesa Humanidad que han cometido estos años y para construir una Nueva Colombia, en paz con justicia social, libertad, independencia y soberanía.

Lógicamente ello implica ‘enterrársela’ también al responsable intelectual de nuestras desgracias: los Estados Unidos de Norteamérica.


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