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Saturday, April 14, 2007

Farc niegan ataque terrorista

Farc niegan ataque terrorista
La encrucijada de Cali

El atentado contra el Comando de Policía, el lunes pasado, movilizó a miles de caleños. El presidente Álvaro Uribe Vélez despachará desde la ciudad para impulsar medidas de seguridad. En un comunicado Farc desmintieron autoría en los hechos, que atribuyeron a "mafias".

Hugo García Segura


sábado, 14 de abril de 2007

Fueron más de 200 mil las personas que salieron a las calles de Cali el jueves pasado, para expresar su rechazo a la violencia y el terrorismo, en respuesta a la bomba que estalló el lunes frente al Comando de la Policía y que dejó un taxista muerto, 40 heridos y millones de pérdidas materiales. Bajo el lema ‘Lo que es con Cali, es conmigo’, salieron a marchar líderes políticos, amas de casa, empleados, estudiantes, obreros, niños, ancianos, hombres, mujeres, todos.

Un hecho sin precedentes en la historia del país y más aún en una ciudad golpeada desde hace varios años por el narcotráfico, la delincuencia, el secuestro y el terrorismo, pero que esta vez en una sola voz quiso decir ‘no’ a los violentos. El jueves, Cali recordó que alguna vez fue considerada ‘la ciudad cívica de Colombia’ o, como lo cantó El Grupo Niche, ‘la sucursal del cielo’. Calificativos que se han perdido en el olvido para ser reemplazados por la cultura del dinero fácil, por la corrupción de quienes han tenido en los últimos años las riendas de su administración y por la indiferencia de una sociedad adormecida que hace rato perdió el amor y el sentido de pertenencia por su tierra.

Los mismos comentarios de caleños del común y corriente demuestran esa inconformidad y ese ‘vallecaucanibalismo’ del que alguna vez habló el escritor Gustavo Álvarez Gardeazábal: “Qué pesar, pero la verdad es que eso de las marchas es sólo un paño de agua tibia y si la Policía hubiese hecho su trabajo, esto no hubiera pasado”. “¿Qué beneficios trajo esta marcha? De pronto más votos pasionales para el Alcalde que ayudó a tirarse a Cali”. “Está bien lo de marcha, pero necesitamos una actitud más enérgica. Hay que actuar contra los ‘traquetos’ que inundan la ciudad”.

Para el gobernador Angelino Garzón, con la marcha lo que se busca es “crear una conciencia ciudadana de rechazo a la violencia y al terrorismo, venga de donde venga”, mientras que el alcalde Apolinar Salcedo cree que se trata de “la expresión de un pueblo que no quiere seguir indiferente ante la realidad que nos está afectando”.

Lo cierto es que si bien este tipo de manifestaciones es considerado por los analistas como “expresiones positivas de cara a generar una conciencia colectiva de unión frente a la adversidad”, todo ese esfuerzo no sirve de nada si no hay un cambio de actitud. Los índices de criminalidad en lo corrido del año muestran que diariamente son asesinados en promedio 4,4 caleños y semanalmente 30.

Un vocero de la Gobernación del Valle, que pidió el anonimato, le aseguró a El Espectador que uno de los lunares que nadie se atreve a mirar es el presunto choque entre la Policía y el Ejército a raíz del caso de la masacre de Jamundí. Y la movilización del jueves es una clara muestra de que Cali no quiere convertirse en ‘botín de guerra’ de la subversión, los narcotraficantes, los paramilitares de nueva generación y la delincuencia común.

Farc lo niegan

Las Farc negaron ayer haber cometido el atentado del pasado lunes contra el Comando de la Policía en Cali. En un comunicado divulgado a través de internet, acusaron del hecho a las “mafias narcoparamilitares” y lo calificaron también como “terrorismo de Estado”.

El presidente Álvaro Uribe afirmó que según las investigaciones del general Jorge Daniel Castro, director de la Policía, el atentado había sido cometido por las Farc en represalias por los golpes que las autoridades le han propinado a la alianza guerrilla-narcotráfico en esa región del país.

Las Farc dicen que el bombazo en Cali fue realizado por las “mafias narcoparamilitares” que se niegan a acogerse al proceso de paz que adelanta el Gobierno con esos grupos ilegales y que la marcha, que quiso presentarse como contra ellas, fue “contra el terrorismo”.

Publicado en El Espectador/www.elespectador.com

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