Periódico El Turbión – mayo 15 de 2005, 4:45pm

Congregadas para rechazar la firma del Tratado de Libre Comercio (TLC) con EEUU y la posible reelección de Uribe Vélez en la presidencia, entre 1500 y 2000 personas marcharon hoy por las calles del centro de Bogotá, atendiendo así a la convocatoria realizada por diversas organizaciones sociales, indígenas, sindicales, campesinas, de afrocolombianos y movimientos políticos de oposición en todo el país para participar de la Cumbre Nacional Itinerante de Organizaciones Sociales que se realiza hoy en más de 14 departamentos del país.

La movilización fue encabezada por más de 300 indígenas de las etnias embera, murui (uitoto), inga, muisca, kankuamo, pijao, nasa, wayúu y yanacona que, agrupados bajo las banderas de la Organización Nacional Indígena de Colombia (ONIC), destacaron entre la multitud por sus coloridos atuendos, sus representaciones culturales y musicales y por la importancia que brindaban sus consignas a la recuperación de la madre tierra como fundamento de las luchas sociales que se están tratando de agrupar en el país.

La movilización, iniciada hoy hacia las 10:30 de la mañana, partió del Hospital San Juan de Todos, recorrió la carrera séptima hasta la zona de San Diego y culminó junto al Ministerio de Comercio Exterior, donde las centrales obreras, miembros de organizaciones populares y parlamentarios opositores al actual gobierno desarrollaron un acto de denuncia en el que las intervenciones se centraron en los efectos nocivos del Tratado de Libre Comercio sobre el agro, en las consecuencias nefastas de la política de seguridad del régimen de Uribe Vélez y en los intentos malintencionados que buscan señalar la cumbre como un acto por fuera de la ley, cuando las organizaciones indígenas y populares participantes han insistido en el carácter pacífico de la protesta y han señalado que son las fuerzas oficiales quienes han tratado de frenarla con provocaciones violentas en distintos puntos del país. El mitin de denuncia con el que se cerró la movilización en Bogotá terminó aproximadamente a las 2 de la tarde, luego de las acostumbradas intervenciones de los dirigentes sindicales, campesinos e indígenas y de los parlamentarios del Polo Democrático Alternativo Jorge Enrique Robledo y Venus Albeiro Silva.


A pesar de que la marcha en Bogotá no presentó mayores incidentes, salvo junto al Ministerio del Interior y de Justicia donde un estudiante universitario fue apaleado brutalmente por miembros de la fuerza disponible, las intervenciones de algunos de los dirigentes de la misma giraron en torno al tono provocador de varios funcionarios de gobierno respecto a la cumbre y a los ataques que hoy han sufrido varias de las concentraciones indígenas y populares. Particularmente, expresaron varios manifestantes, las declaraciones de los gobernadores de los departamentos de Cauca, Juan José Chaux, y de Nariño, Eduardo Zúñiga, en torno a que las movilizaciones harían parte de un supuesto paro armado de la guerrilla han servido de pretexto para que se hayan presentado múltiples agresiones de parte de la policía y del ejercito contra las distintas comunidades congregadas para este evento, especialmente en los departamentos de Cauca –Popayán y El Pescador– y Nariño –El Diviso y Ricaurte–.


A esta hora, nuestros corresponsales en La María Piendamó reportan una situación de máxima tensión, donde la cumbre discute el curso de acción ante las acciones oficiales que ya dejan un saldo preocupante. En el departamento del Cauca, el ejército y la policía han impedido por la fuerza la llegada de más de 500 indígenas a la cumbre, mientras los choques entre la policía y los manifestantes en Popayán han dejado un buen número de detenidos y cuatro heridos, dos de los cuales han sido agredidos a balazos por los uniformados, luego de que estos impidieran el paso de la columna que partió del Servicio Nacional de Aprendizaje (SENA) de esta ciudad.

En próximos minutos se espera una decisión por parte de las organizaciones participantes de la cumbre, mientras las mismas han extendido comunicaciones al Ministerio del Interior y de Justicia exigiendo el cese de las agresiones y solicitan el acompañamiento nacional e internacional sobre esta situación.