colombiainedita

Sunday, May 07, 2006

Estados Unidos

Las diez peores empresas del 2005
Muy bien, sabemos que, en la era de Internet, rememorar el 2005 es
como estudiar la antigüedad. Pero, si lo desean, permítannos
recordar y presentarles las diez peores empresas del 2005 del
Multinational Monitor (si quieren leer la versión íntegra del
artículo, visiten www.multinationalmonitor.org). Por orden
alfabético, he aquí las diez peores empresas del 2005 y algunos
detalles escabrosos de las actividades que las han llevado hasta su
puesto en la lista.


BP: En marzo, 15 trabajadores fueron incinerados y más de 170
resultaron heridos tras la explosión de una refinería de BP que se
extiende en Texas City (Texas). Era el tercer accidente mortal de
las instalaciones de BP en Texas City en los últimos cuatro años. En
todo el país, las instalaciones de BP han sufrido más de 3.565
accidentes desde 1990, ocupando el primer puesto en la nación, según
un informe del 2004 del Texas Public Interest Research Group.

Delphi: En octubre, el presidente del consejo de administración de
Delphi, Steve Miller, llevó a la empresa a la quiebra, con el
propósito expreso de destruir el contrato colectivo suscrito entre
los trabajadores sindicados en los Estados Unidos y la industria
automovilística. Propuso recortar drásticamente los salarios de los
trabajadores, bajándolos de 27 dólares la hora a sólo 10. Y en un
ataque de sorprendente arrogancia, Miller y Delphi propusieron
simultáneamente enormes bonificaciones para los ejecutivos de la
empresa.

DuPont: Sustancias químicas letales de los revestimientos químicos
perfluorados de DuPont y fuentes afines están ahora en la sangre del
95 por ciento de los habitantes de Estados Unidos. DuPont ha
declarado que no sabe cómo llegaron hasta ahí los productos
químicos, pero Glenn Evers, que fue uno de los máximos expertos
técnicos de la empresa, dice que DuPont ocultó durante décadas que
estaba contaminando la sangre de los consumidores con un producto
químico hiperpersistente asociado a los revestimientos resistentes a
la grasa que se usaban en los paquetes de comida (para una historia
completa, vean www.ewg.org). En diciembre, la Agencia de Protección
del Medio Ambiente estadounidense llegó a un acuerdo extrajudicial
en las reclamaciones contra DuPont a cambio de unos míseros 16,5
millones de dólares. Una noticia más feliz es que la agencia y
DuPont anunciaron que los productos químicos se retirarán
paulatinamente antes del 2015.

ExxonMobil: Pese a un consenso científico prácticamente total en que
el calentamiento global es real y está ocurriendo –y un acuerdo
considerable en que está ocurriendo más rápido de los esperado hace
apenas unos años– ExxonMobil sigue insistiendo en que "las pruebas
científicas continúan siendo no concluyentes". Hasta ahora, las
opiniones cínicas, motivadas por el lucro, a corto plazo e
interesadas de ExxonMobil habían tenido más peso que la perspectiva
basada en pruebas de los especialistas en el clima del mundo porque
la empresa más rentable de la Tierra tiene muchísimo poder político
y mucha habilidad en extender sus opiniones (vean ExposeExxon.org si
quieren más detalles), y los especialistas en el clima no. Mientras
el mundo arde, ExxonMobil gana unos beneficios récord: más de 36.000
millones de dólares en el 2005, el máximo obtenido por una sola
empresa en un año.

Ford: La fábrica de Ford Motor Company en Mahwah (Nueva Jersey),
antaño la mayor planta de montaje de automóviles del país, vertió
millones de litros de sedimentos de pintura, suficientes para llenar
dos de los tres túneles del Túnel Lincoln, en una zona que ahora es
residencial, reveló una serie publicada en el Bergen Record (vean
www.toxiclegacy.com). Las pruebas encargadas por el Record hallaron
plomo, arsénico y xilenos en los sedimentos: algunos a niveles 100
veces superiores que los que gobierno considera seguros. Los
periodistas del Record desenterraron documentos que demuestran que
los ejecutivos de la Ford sabían hace 34 años que sus residuos
habían contaminado un arroyo que desemboca en el embalse de Wanaque.

Halliburton: La empresa ha conseguido crear un modelo empresarial de
contratos tramposos con el gobierno de Estados Unidos. Sorprendida
una y otra vez, no parece que eso haya cambiado mucho las cosas. En
febrero, el Ejército estadounidense acordó pagar a KBR, subsidiaria
de Halliburton, casi 2.000 millones de dólares por un trabajo que
nadie puede demostrar que se hiciera jamás. En marzo, la compañía
reveló que el Departamento de Justicia había abierto una
investigación penal sobre un posible fraude en las licitaciones de
contratos en el extranjero de Halliburton. En junio, en una vista
celebrada en el Congreso, Bunnatine H. Greenhouse, entonces máximo
especialista en contrataciones del Cuerpo de Ingenieros del
Ejército, declaró: "Puedo declarar sin duda que el abuso de los
contratos concedidos a KBR [subsidiaria de Halliburton] representa
el hecho más descarado e impropio que he pesenciado en toda mi
carrera profesional". Y la lista de abusos sigue y sigue…

KPMG: KPMG "reconoció actos delictivos en el mayor fraude cometido
jamás en un refugio fiscal", declaró el fiscal general Alberto
Gonzáles en agosto. KPMG logró librarse sin ninguna declaración de
culpabilidad ni salida negociada, gracias a un acuerdo
de "enjuiciamiento aplazado" en cuya virtud la empresa prometió
pagar 456 millones de dólares en multas, restituciones y
penalizaciones y portarse mejor en el futuro. Eso no compensará el
daño que ha causado la compañía. Según el gobierno, "KPMG ha
reconocido que cometió un fraude que generó al menos 11.000 millones
de dólares en pérdidas falsas de impuestos que, según la
documentación judicial, le ha costado a Estados Unidos al menos
2.500 millones de dólares en impuestos evadidos."

Roche: Bajo licencia de la empresa de San Francisco Gilead, Roche
fabrica el antigripal Tamiflu. Al parecer, el Tamiflu es la mejor
defensa farmacológica disponible para las personas expuestas a la
gripe aviaria. Por ahora, la gripe aviaria no se transmite entre
seres humanos, pero si la enfermedad muta hasta ese punto, las
consecuencias mundiales podrían ser terribles. Para Roche, esto es
bueno: de pronto, un producto con pocas ventas tiene una demanda tan
grande que la compañía no puede fabricarlo en cantidades
suficientes, literalmente. En lugar de autorizar de forma
generalizada su producción, la empresa ha difundido una serie de
confusas explicaciones sobre lo difícil que es fabricar el Tamiflu,
y ha maniobrado para conservar todo el control posible sobre el
suministro mundial. Eso ha ayudado al balance final de la empresa:
Tamiflu gana de pronto mil millones de dólares al año, pero deja a
la salud pública mundial en una posición innecesariamente precaria.

Suez: Suez es un destacado proveedor y beneficiario de la tendencia
mundial de la privatización del agua: la venta de sistemas de agua
del estado a entidades privadas o la entrega del control y la
gestión de los sistemas públicos a las empresas. El resultado está
siendo un servicio pésimo, la subida de las tarifas y esfuerzos
destinados a beneficiar a las familias acomodadas a expensas de las
pobres. En el caso señalado de El Alto (Bolivia), las
multitudinarias manifestaciones celebradas en enero del 2005
hicieron que el gobierno boliviano cancelara un contrato de
privatización de agua con Aguas del Illimani, uno de cuyos
accionistas principales es Suez.

W.R. Grace: Los fiscales federales acusaron formalmente en febrero a
Grace de poner en peligro a sabiendas a los residentes de Libby
(Montana), y de ocultar información sobre los efectos en la salud de
sus operaciones de extracción de vermiculita. La vermiculita se
empleaba en numerosos productos comerciales comunes, como el
aislamiento, los materiales ignífugos, el rellenado de mampostería y
como aditivo de tierras para jardinería y fertilizantes. Los
yacimientos de vermiculita de Libby estaban contaminados con un tipo
de amianto llamado tremolita. Las autoridades federales acusan a
Grace de saber que los residentes caerían enfermos: dicen que Grace
supo en los años setenta la naturaleza tóxica del amianto de
tremolita de su vermiculita, pero no entregó la información al
gobierno, pese a su obligación legal de hacerlo. La empresa permitió
que los trabajadores dejaran la mina cubierta de polvo de amianto,
permitió que los residentes se llevaran residuos de vermiculita para
usar en sus jardines y repartió desechos de vermiculita en las
escuelas de Libby para usar como base para pistas de atletismo y una
pista al aire libre de patinaje sobre hielo.

Ya están abiertas las nominaciones para las peores empresas del 2006.


Russell Mokhiber y Robert Weissman
Traducción de Berna Wang
Convenio La Insignia / Rel-UITA
26 de abril de 2006
SIREL # 1234

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