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Tuesday, May 23, 2006

Histórico cierre de campaña de Carlos Gaviria en Bogotá: “las encuestas no dicen la verdad”
“en la calle, codo a codo, somos mucho más que dos”
(Mario Bendetti)
Equipo | Periódico El Turbión – mayo 21 de 2006
En un acto histórico que abarrotó la Plaza de Bolívar de Bogotá, el candidato del Polo Democrático Alternativo (PDA), Carlos Gaviria Díaz, cerró oficialmente su camapaña presidencial junto a más de 70.000 personas que, formando una gran mancha amarilla con las banderas del Polo, participaron de un fastuoso acto cultural en el que se demostró la capacidad de convocatoria y movilización que ha generado el ambiente unitario respecto a su candidatura. En el concierto que acompañó los discursos de Gaviria, de Patricia Lara, su fórmula vicepresidencial, y de varios de los más reconocidos dirigentes del PDA, participaron, entre otros, el músico experimental César López, Hánsel Camacho y la ya legendaria banda del rock alternativo Aterciopelados, con su vocalista Andrea Echeverri.

Dos cierres de campaña que confrontan las cifras:
Precisamente, en esta misma plaza, sede del Congreso de la República, del Palacio de Justicia y de las principales instituciones del gobierno de la capital, el presidente y candidato a la reelección, Álvaro Uribe, cerró el pasado viernes su campaña en medio de un exagerado dispositivo de seguridad y contando con escasa participación del público que, de acuerdo a los informes de la agencia Prensa Latina, apenas habría sumado unas 10.000 personas.
Al interrogar a varios de los asistentes del masivo acto respecto a esta notable diferencia las reacciones apuntan en el mismo sentido: existe un marcado contraste entre la propaganda oficial y la realidad política de las elecciones. Alexander, médico veterinario que asistía junto con un nutrido grupo de personas al acto, aseguró al respecto que “el inconformismo de la gente, la decisión de una transformación y la posibilidad de un cambio son síntoma de que algo está pasando” y son las causas de que sea precisamente Gaviria quien llene la plaza pública de simpatizantes de su campaña y no el actual mandatario, agregando que existe “definitivamente, un enorme desgaste en la campaña de Uribe”.
Carlos*, miembro del sindicato del magisterio tolimense, quien viajó más de 5 horas desde Ibagué para participar en el acto señaló que “este acto es una señal más de que las encuestas de los grandes medios son una falsedad [...] ésta es una demostración más de que vamos a ganar”.
Por su parte, Julio Martínez, participante de la campaña uribista que presenciaba el evento, luego de aclararnos que, de ninguna manera, apoyaba al candidato del PDA, comentaba a nuestros reporteros que “yo estuve precisamente el viernes y sé que la plaza no se llenó como dijeron en unos noticieros: no, la plaza no se llenó, no había ni una cuarta parte de los que están hoy”, refiriéndose a la escasa afluencia de bogotanos al cierre de campaña de su candidato.
De hecho, la presencia masiva de público al acto cultural y político son un elemento fundamental para analizar el comportamiento de los estudios de las principales firmas encuestadoras, pues este tipo de actos políticos se ha multiplicado por todo el país y no pareciera afectar en lo más mínimo los sondeos difundidos por los grandes medios de comunicación comerciales. En los cinco meses transcurridos de 2006, la popularidad del presidente-candidato pareciera inalterable, a pesar de los repetidos escándalos de corrupción en su gobierno, de la relación cada vez más evidente de sus altos funcionarios con jefes paramilitares y de la violencia desbocada contra los opositores que, por órdenes del mandatario, causó la muerte esta semana de cinco personas, decenas de heridos y destrucción de propiedades comunitarias en los departamentos de Cauca y Nariño, situación que no sólo ha perjudicado a Uribe en su imagen sino en su capacidad de convocatoria.
Estos mismos estudios no han podido ocultar el notable ascenso que ha tenido la campaña de Carlos Gaviria en el último año: luego de ser ignorado sistemáticamente por los tres más grandes conglomerados monopólicos de medios del país -RCN, Caracol y El Tiempo-, la creciente fascinación que la candidatura el ex magistrado de la Corte Constitucional ha despertado en diferentes sectores y, especialmente, entre los jóvenes del país ha obligado a quienes 'controlan' las cifras a mostrar cuantitativamente este aumento de la popularidad de este candidato intachable del PDA y la forma en que ha rebasado a candidatos de las más refinadas maquinarias como Horacio Serpa y Antanas Mockus.
Sin embargo, como señala Alberto*, antropólogo experto en formulación métodos cuantitativos y estadísticos, en conversación con El Turbión: “no sobra recordar que uno persigue un objetivo al diseñar un instrumento de medición y que las herramientas que se emplean están destinadas, en la mayoría de los casos, a que el resultado se acerque a los presupuestos que queremos mostrar”. Agrega, refiriéndose a las encuestas electorales que se dan en el país, que “es claro que los dueños de los medios necesitan mostrar una cierta 'invencibilidad' de un gobernante que los ha beneficiado económicamente y, por eso, pagan a las empresas de medición por diseñar estudios que pongan su atención en los sectores que más seguramente aprueban la gestión de Uribe”.
En ninguna de las ciudades visitadas por el presidente-candidato durante las últimas semanas se han logrado los resultados esperados por sus jefes de campaña y por las maquinarias políticas regionales agrupadas en su coalición de la extrema derecha colombiana. En Medellín, por ejemplo, apenas le habrían acompañado 2.000 antioqueños de los 25.000 esperados y en Manizales una plaza levemente adornada de público no alcanzó a la masiva congregación de público que se esperaba del uribismo ferviente de estas ciudades en las que masivamente, según las encuestas, se respaldaría su candidatura y en las que sus aliados manejan férreamente los feudos electorales y los poderes regionales. En contraste, un Carlos Gaviria cada vez más fortalecido sorprende llenado auditorios, coliseos, calles, parques y plazas en estas ciudades y en lugares como Valledupar, Cali, Pasto, Cartagena, Barranquilla y hasta Montería, ciudad en la que, a pesar de ser uno de los epicentros nacionales del paramilitarismo, la población expresó su deseo de cambio por un gobierno diferente al de la extrema derecha que los lleva a una pobreza cada vez más penosa rebosando la modesta convocatoria de la sede de la Asamblea Departamental a las calles mismas de la ciudad.

“No me asustan las encuestas”:
Refiriéndose hoy al tema, Gaviria Díaz, en un animado discurso de casi 30 minutos durante su cierre de campaña, señaló que “al doctor Uribe le va mejor en las encuestas, pero, qué extraño, a nosotros nos va mucho mejor en la plaza pública: ésta es la verdadera encuesta”, recalcando que la intención de su programa de gobierno apunta a “construir una sociedad democrática que no conocemos”, dadas las iniquidades que padece la mayoría de la población colombiana.
Aclamado por el público asistente, Gaviria inició su intervención sin dudar en señalar que “nunca había sido más claro el dilema para el pueblo: o prolongar una propuesta autoritaria y retardataria o construir una sociedad democrática donde se eliminen las iniquidades vergonzosas que hoy signan a Colombia”, refiriéndose al régimen político colombiano ya su actual gobierno. En una alusión directa a las maquinarias electoreras manejadas por el uribismo y ante las evidencias de un gigantesco fraude en las elecciones presidenciales pasadas, Gaviria destacó la campaña del Polo como una “propuesta renovadora, limpia y decente, como antes no se había visto en Colombia”, coincidiendo en ello con la escritora Laura Restrepo, una de las personalidades e intelectuales que acompañaron al candidato en el acto, quien indicó que “a diferencia de la campaña del presidente, esta campaña se basa en la honestidad: es una de las campañas más honestas, más claras, más transparentes que se haya realizado alguna vez en el país”, leyendo enseguida al público un saludo del nobel de literatura portugués, José Saramago, al candidato Gaviria.
“Hemos ido de plaza en plaza, de ciudad en ciudad, de región en región y este espectáculo hermoso que hoy vemos aquí se ha replicado por todas partes”, aseguró Gaviria a las miles de personas presentes y a una gran audiencia que le escuchaba en directo a través de la Internet, señalando la sucesión de actos masivos en los que la población de diversas ciudades le recibió.
Finalizando su intervención, Gaviria, actual senador y ex presidente del Frente Social y Político, aseguró que los resultados electorales del próximo 28 de mayo expresarán una sorpresa para el país por la fuerza con la que la coalición de partidos políticos de izquierda, movimientos y organizaciones sociales que se expresa en el Polo Democrático Alternativo ha impulsado su candidatura y consolidado propuestas políticas para gobernar de una forma verdaderamente democrática al país, señalando que “tenemos muestras evidentes de que la izquierda está preparada para el poder, se requiere que uds. y nosotros digamos que sí”.
Luego de más de 7 horas de presentaciones musicales, discursos y actos culturales diversos los asistentes al acto se desplazaron por toda la Carrera Séptima hasta la calle 60 gritando arengas de apoyo a Gaviria Díaz y fustigando al actual mandatario con consignas como “Uribe, aprenda: la plaza es de la izquierda”.
El próximo 28 de mayo se realizarán en Colombia y en sus consulados en todo el mundo los comicios que determinarán al nuevo presidente de la República y al vicepresidente, en medio de un ambiente electoral que diversos sectores de la opinión pública siguen calificando de enrarecido por los comportamientos que asume el actual candidato a la reelección, la violencia contra la oposición y el desprecio del actual mandatario por el debate público. Algunas instituciones, ONG y reconocidas personalidades han hecho llamados insistentes a la comunidad internacional para servir de veedores y fiscalizar el proceso electoral, dirigido y organizado por el Consejo Nacional Electoral y la Registraduría Nacional, ante las posibilidades latentes de un nuevo fraude como el ocurrido en 2002.

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