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Thursday, March 16, 2006

Gloria Cuartas: “el problema no es Uribe, sino su programa”
Periódico El Turbión – marzo 10 de 2006
En medio de los últimos estertores de su campaña, la reconocida ex alcaldesa de Apartadó y actual candidata al senado, Gloria Cuartas, apartó uno minutos de su apretada agenda para hablar con el editor de nuestro periódico sobre algunos temas de actualidad, de cara al momento crucial que vive el país en el proceso electoral. Temas como el proyecto autoritario de Uribe, la consolidación de un modelo fascista en manos del gobierno de turno, el narcotráfico, el paramilitarismo y la violación de los derechos humanos marcan, de acuerdo a la secretaria del Frente Social y Político, el panorama político colombiano.

El Turbión: – Hemos visto, en los últimos días, cómo se ha impuesto una situación de intimidación hacia distintas posiciones que no están de acuerdo con las listas de Congreso que, de alguna manera, favorecen al presidente Uribe y a su política de Seguridad Democrática: se ha sabido de agresiones a personas de campañas como la de Hernando Hernández ‘HH’ y las de otros candidatos del Polo Democrático Alternativo en muchas partes del país. Desde su punto de vista, ¿cómo podemos entender esto, faltando apenas 4 días para las elecciones?

Gloria Cuartas: – Yo creo que se puede apreciar, cada vez que se ha profundizado la política de Seguridad Democrática y cuando tenemos expresiones políticas de izquierda que hoy están aglutinadas en el Frente Social y Político (FSP), que los hostigamientos han sido sistemáticos durante estos últimos 4 años.

Levantamos la voz ante las capturas indiscriminadas, ante la judicialización de líderes y eso repercute directamente en lo que hoy está pasando. Yo quiero decirle –y asumo la responsabilidad por esto– que fuimos informados de una campaña que, según los indicios que tenemos, viene desarrollando la inteligencia militar, que ha venido construyendo unos documentos, tanto escritos como en videos, que se han difundido a nivel nacional e internacional colocando a cuatro personas de este país que nos hemos caracterizado por una opinión absolutamente distinta al régimen de Álvaro Uribe Vélez, como es Álvaro Leyva, Holman Morris, el padre Javier Giraldo y yo, como voceros internacionales de las FARC.

Esto es muy grave porque se produce al retomar, una opinión de izquierda, el derecho legítimo a defender las demandas de la ciudadanía por los servicios públicos, por devolver al Estado la Dirección de la economía, por buscar soberanía nacional, por repensar al país desde un horizonte de solidaridad latinoamericana que nos permita cuidar la naturaleza y defender nuestra capacidad de una salida política al conflicto sin intervensionismos extranjeros. Yo creo que son esos puntos, entre muchos, los que nos colocan a una distancia muy grande del proyecto de profundización del neoliberalismo, un proyecto que cada día adquiere mayores características autoritarias en el país y genera estos montajes y amenazas.

El Turbión: – Este proyecto autoritario que ha impulsado el presidente Uribe en los últimos 4 años busca alargar su estadía en el poder. ¿Cómo ve ese enfrentamiento entre el modelo que propone la izquierda colombiana y ese modelo autoritario? ¿Realmente la opinión pública es consciente de lo que se le está proponiendo?

Gloria Cuartas: – Aquí no hay sino dos proyectos. Uno, el que abandera el Polo, donde está la construcción de resistencia civil, de hacer realidad esos sueños de un pueblo desde los escritores, las madres comunitarias, los trabajadores campesinos, las comunidades indígenas, de una academia comprometida con la defensa de un Estado social y de derecho y de la democracia. Éste es el modelo que propone el PDA, aún en medio de todas las dificultades de la unidad, pues esta unidad es todavía más el mandato de una reforma política que la conciencia de un pueblo que, unido en una meta común, se levanta porque es conciente de que su dignidad, que su vida, que su proyecto político es atropellado.

Del otro lado encontramos algo una secta, que está reuniendo a liberares, conservadores, independientes y despolitizados que tienen muy claramente definido que su interés es defender los intereses de unas elites políticas y económicas de este país. Ahora, no hay diferencia entre liberales y conservadores en este proyecto uribista, que es como otra expresión de lo que fuera el Frente Nacional.

No hay, en este proyecto, sino una forma de concebir el desarrollo: sobre la concentración de la tierra, sobre la concentración de la riqueza, sobre la entrega de la soberanía nacional a los Estados Unidos y sobre la entrega de los recursos naturales no renovables. Éste es su programa: entregar nuestra cultura, entregar nuestra identidad, desnudarnos de todos nuestros derechos.

Pero, la gente en Colombia no está consciente de que en estas elecciones se está dirimiendo la dignidad del pueblo colombiano. Eso es lo que a mi me asusta: hace cuatro años yo advertía, en un escrito que titulé Confesión pública de un miedo, las implicaciones de que llegara Álvaro Uribe a ser el candidato único de este país y de que llegará a ser el presidente. Y así fue. Ahora también tengo miedos de esta estructura paramilitar del Estado que impide a los alternativos levantar su voz, que los persigue, que los judicializa, que los asesina, que los desaparece. Yo tengo miedo de lo que pueda pasar en estas elecciones que estamos a punto de ver: es muy difícil hacer un pronóstico, pero sabemos el papel que cumplen la estructura paramilitar del Estado, el dinero que está circulando del narcotráfico, un sector de la iglesia católica y los Estados Unidos, haciendo como una amalgama política que oscurece el porvenir del país. Tengo miedo.

El Turbión: – Habiéndose comprobado, con el proceso judicial que se le sigue a Enilce López, la famosa ‘Gata’ de Barranquilla, que hubo dineros salidos del lavado de dólares, del lavado de activos, en la campaña de Álvaro Uribe hace cuatro años, ¿cómo es posible que la opinión pública hoy olvide ese dato tan importante, cuando se nos muestra que aquellos capitales no son cuestión exclusiva de esa campaña sino que están presentes y vivos en la campaña electoral actual?

Gloria Cuartas: – Yo tengo que decir que la capacidad de unos dispositivos culturales que se están utilizando en este país para llevar que la gente olvide, a través de unos guiones de telenovelas, de unos realitys, de unos dueños de los grandes medios de comunicación, están hoy adormeciendo a la conciencia del pueblo colombiano y por eso es que a este país se le olvida todo, como parte del proyecto político autoritario. ¿Cómo es que la gente eligió como presidente de la república al mismo hombre que estuvo en el Urabá propiciando –desde una estrategia colectiva porque él no era el único– asesinatos, desapariciones, torturas y la imposición de un modelo que llamaron ‘pacificación’? La gente vio por televisión la muerte de toda una generación en el Urabá y, sin embargo, el gestor de esta política quiere ser presidente, le promete al pueblo colombiano que le va a traer la misma paz del Urabá al resto del país y la gente lo elige sin entender que lo que primó allí fueron las privatizaciones, la destrucción de los sindicatos, que se privatizó el Seguro Social al entregar sus funciones a Instituciones Prestadoras de Salud (IPS) que servían de fachada al lavado de dólares y a la politiquería, y que fueron los paramilitares quienes consolidaron toda esta estrategia de muerte.

Yo me preguntaba: ¿cómo es que esta misma gente entiende paz desde distintos lugares? Paz lo que dice Marta Lucia Ramírez, cuando le promete al país seguridad y paz; paz, cuando quienes han mantenido el control político y económico de este país hablan. Bueno, insólito.

Por eso, no tiene nada de particular que, después de los escándalos –que han salido a montones en este gobierno de Uribe, donde hemos visto la corrupción, la soberbia, el maltrato de los mandos medios a los subalternos–, aparezca esa figura de ‘Mesías’, de ‘salvador’, de hombre que lamenta al pueblo colombiano, que dice ‘trabajar, trabajar y trabajar’, pero no nos han dicho claramente para quién. ¿Acaso no son las élites las que tienen hoy fruto de este esfuerzo del presidente? Porque no es el pueblo raso colombiano el que se beneficia de su gestión. Hay que ver lo que está pasando con el narcotráfico y con el paramilitarismo: ya lo presentíamos con la “Ley de justicia y paz”, lo presentíamos con las reformas que se han generado en el Congreso de la República. Estamos frente a la paramilitarización de la sociedad que emplea una estrategia de doble moral, usando a Dios, la democracia y la paz. Con eso, cualquier cosa en este país es posible.


El Turbión: – La agenda pública de este gobierno ha sido duramente criticada. Algunos analistas, como Al Giordano, y la propia oficina de control de narcóticos de la ONU hablan de un importante aumento de la producción de cocaína en Colombia, a pesar de la supuesta reducción en términos de hectáreas de cultivos ilícitos. Se habla de que este cultivo pasó a industrializarse, de que pasó a ser una producción mucho mas restringida en términos de terreno pero mucho mas intensiva en términos de cantidad, de tonelaje exportado. Se habla también de un fracaso en la política de Seguridad Democrática en términos de su supuesto objetivo de terminar con la guerrilla, dados la últimos incidentes de orden público. Se habla, también, de una falsa estrategia de paz, en términos de que el Ejército y la Policía –en particular en zonas como el noreste antioqueño, Urabá, Arauca y Chocó– han estado terriblemente ensañados con la población civil, como ocurrió con la Comunidad de Paz de San José de Apartadó hace un año. ¿Será posible que estos hechos y estos elementos objetivos que ya están saliendo a flote determinen un cambio, un giro en la opinión publica? ¿será posible que estos elementos determinen una derrota política de Uribe en términos de la opinión pública?

Gloria Cuartas: –Bueno, ojalá fuera así. Agrego a tu análisis el bombardeo sobre la reserva natural de La Macarena y sobre distintas partes del país. Todo esto nos está demostrando lo que hace realmente toda esa agenda antidroga, eso que conocemos como el Plan Patriota, esa incidencia de los Estados Unidos en este país. Hay que ver las inconsistencias en las reinserciones de guerrilleros y paramilitares, cuando entre los mismos generales cambian las versiones a su acomodo; hay que ver lo que está pasando con las acciones de la guerrilla en varios departamentos. Se demuestra, al analizar estos hechos, el fracaso de la seguridad democrática y que es la población civil la que sufre, porque aquí hay violación constante a los derechos humanos y al derecho internacional humanitario.

También queda claro que, al no reconocerse el conflicto armado interno, al tratar el presidente Uribe la extradición como castigo para unos y como premio para otros, cae en las más absolutas ambigüedades debido a su visión propia de padre autoritario, que está por encima de la sociedad como el gran ‘Mesías’ y que trata de hacer creer que este país no camina ain él.

Yo tengo la esperanza de que este país reaccione: de que quitemos el velo que hay sobre los rostro de la gente. Si aprendemos a mirar el desplazamiento forzado, si aprendemos a mirar la lucha y la vida de las personas que luchan por el derecho de volver a sus tierras, de la gente que está en el exilio, de las mujeres violadas, de todo este cuadro violatorio a los derechos económicos, sociales y culturales del pueblo colombiano, si aprendemos a ver el despido masivo en las fabricas, los elevados costos en los servicios públicos, las privatizaciones podemos concebir un nuevo camino para Colombia.

Por eso hago parte de este debate político, porque tengo la esperanza de que tengamos la serenidad de entender que hoy estamos frente a un hombre que maneja muy bien la imagen pública, que tiene un equipo de asesores que están a su lado orientándole cómo habla, cómo mira y cómo se refiere al dolor de la gente: eso va ayudando a direccionar, va sometiendo la conciencia colectiva.

Yo escuché, dentro de los análisis que hay, que esa acción que el presidente desarrolla con un exceso de amor por él mismo, donde no se reconoce sino el como el gran centro de todos los espacios, es nada más que un fenómeno de sociopatía que no reconoce el dolor de la gente. Estamos puestos frente a unos trastornos de personalidad que lo que hacen es someter, a través de la imagen con nuevos símbolos, el inconsciente colectivo de la gente.

Pero creo que también tenemos que reconocer que este país fue capaz de enfrentar el Referendo, que han resistencia en las grandes marchas indígenas y campesinas, en lo que acaba de pasar en la Universidad Nacional. Todos estos movimientos muestran, por un lado, la fuerza de un pueblo que está exigiendo que el presupuesto público, la política pública, la concepción de seguridad, las relaciones internacionales cambien, que tengamos derecho a una salida política al conflicto y no seguir en este adormecimiento

Yo sé lo que pensamos, pero hay mucha gente desde distintas tendencias del Polo que está hoy abriendo el debate sobre la otra Colombia posible. Esto va cogiendo fuerza, este proyecto político, el doce de marzo, se va a levantar y va a emerger como un proyecto de profunda esperanza latinoamericana.

El Turbión: – La última encuesta realizada por el diario El Tiempo habla de un descenso de la intención de voto por Uribe hasta el 48%, en cuanto se enfrente a candidatos oficiales del Polo Democrático Alternativo y del Partido liberal. Esto demuestra un bajón de su popularidad con la firma del TLC y, también, que los recientes escándalos por los soldados torturados en Honda, por los dineros provenientes del narcotráfico presentes en campañas políticas y por los resbalones de Palacio frente a la campaña política en sí, han afectado la imagen de Uribe. Para usted, y esta es la pregunta obligada, ¿es posible derrotar a Uribe?

Gloria Cuartas: – Yo le voy a contestar desde la resistencia como mujer y como pueblo. Yo creo que sí. Es un desafió grandísimo, pero es también un llamado al pueblo: estas elecciones del doce de marzo van a ayudar a que nos ubiquemos cada cual en su lugar.

Yo no sé hasta donde el término de la derrota esté cifrado exclusivamente en el concepto de que él, por ejemplo, pase a la segunda vuelta y, si esto ocurre, se presente ese otro escenario de una gran alianza popular para enfrentar este modelo autoritario de Estado. Hay que tener claridad de que hoy, por ejemplo, vemos debates en el interior del Partido Liberal que tampoco garantizan nada al decir que el cambio de uno u otro puede ser un voto de confianza para articularnos en ese gran proyecto: el régimen también va asegurándose, en caso de que ya no continúe quien está al frente, para que pueda seguir imponiendo la agenda del Fondo Monetario Internacional y del Banco Mundial, para que pueda seguir garantizando la apertura del libre comercio.

El régimen lo está haciendo: está jugando con distintos nombres para que, en la supuesta imagen ilusoria de una segunda vuelta, pueda prevalecer siempre el programa autoritario de Estado, ese programa fascista, ese programa que nos quiere reducir como pueblo a la más mínima expresión, siendo la contravía de América latina. Yo creo que no podemos tratar esto sin darnos cuenta de la magnitud del desafío político y del desafío ético al que nos estamos enfrentando.

El Turbión: – Entonces, ¿el problema no es Uribe, sino su proyecto?

Gloria Cuartas: –Claro que el problema no es Uribe sino su programa porque, a lo mejor, él no ya está como figura pero el programa pervive con más fuerza, con más dineros de la USAID y con dineros del Fondo Monetario Internacional, etc.

Por eso, yo creo que, esencialmente, estas campañas y este tiempo nos han servido para evaluarnos también frente a la unidad: debemos analizar si, realmente, estos cuatro meses nos generaron ambientes de confianza para fortalecer la unidad popular, la unidad de lucha y para dar un debate como pueblo, como pueblo revolucionario, frente a lo que está pasando.

Tengo muchos llamados de atención a lo que significó el Polo en este escenario de campaña, porque la unidad para la defensa de colectiva de ese ideario de unidad, de esa posibilidad de hacer pedagogía política para llamar con mayor fuerza a los partidos, a los movimientos sociales y populares, a la esperanza del pueblo para que luchemos y nos consolidemos realmente como una masa crítica capaz de enfrentar a este régimen no puede depender sólo de lo que algunos llaman la correlación de fuerzas políticas.

El Turbión: –¿Qué debe plantearse el PDA para cambiar esa situación? ¿tiene futuro como proyecto este Polo en este momento? ¿ cual sería el llamado que usted haría a todas estas organizaciones, a todas estas expresiones, individuos o personalidades que lo conforman, para que este proyecto tenga futuro?

Gloria Cuartas: –Yo creo que después del doce se conoce al Polo. Después del doce vamos a poder saber si, en momentos de dictadura –cuando es mucho mayor la obligación de tomar conciencia del momento histórico–, es realmente el proyecto de unidad popular que debe ser. No quiero ser ni brusca ni pesimista en el análisis, pero creo que después del doce vamos a saber quiénes pueden buscar respaldos en el uribismo o quiénes pueden buscar respaldos en el Partido Liberal, con esto va decantándose la unidad y, al decantarse el proyecto político del Polo, vamos a poder hablarnos muy claro: hablarnos políticamente de cara al país.

Eso tiene que ver, por ejemplo, con el hecho de mantenernos a la izquierda, de defender un ideario político claro y de convocar con conciencia a unas organizaciones sociales y políticas, desde un trabajo cultural que nos ayude a reanimarnos en un espíritu que nos ayude a enfrentar el modelo económico: no basta gritar consignas de que no estamos, no aceptamos o no queremos, tenemos que ir un paso más allá. Estamos estudiando el ALBA, estamos estudiando en nuestros espacios políticos y sociales lo que está pasando en América Latina y en los movimientos alternativos, estamos estudiando hoy las agendas de negociación que han sido fallidas en este país y los mandatos populares para ir articulando un trabajo desde las juntas de acción comunal, los consejos municipales, las autoridades locales. Estamos trabajando en el barrio, trabajando en lo pequeño, fortaleciendo mesas, mesas afectivas, mesas políticas, en los barrios, en las veredas, con los vecinos, para ir desarrollando este gran camino político.

Yo creo que, en el Polo Democrático Alternativo, la tendencia de izquierda tiene que ayudar a varios análisis. En primer lugar a plantear que las expresiones políticas no van a desaparecer, que respetamos la autonomía de las organizaciones que participan del proceso del Polo, pero que es necesario superar esos sectarismos que perviven al interior de las prácticas de la izquierda. Creo que es muy importante tener mas generosidad política y hablar, dialogar, crearnos un espacio alternativo.

El Turbión: – ¿Cómo interpreta, en este sentido, la experiencia del Frente Social y Político (FSP)?

Gloria Cuartas: –Yo fui secretaria del FSP por mucho tiempo y creo que no valoramos en profundidad el proyecto político de construcción popular, porque cuando vinimos a participar de ese juego político y electoral se presentaron dificultades que, yo creo, no son parte de un debate personal sino que son asuntos que tienen que ver con la dimensión política. Creo que el Frente está en un proceso en el que es muy importante la maduración. Expresiones como el Movimiento por la Defensa de los Derechos del Pueblo (MODEP) y el Movimiento por la Constituyente Popular son algunas de las expresiones políticas que abrieron el espacio al dialogo, a la tranquilidad de la información, a permitir que el frente emerja con alegría, con solidaridad. Pero también tengo que decir que en el Frente durante la campaña fue muy complejo y ojalá quienes lleguemos o lleguen al senado de la republica por parte del FSP podamos discutir dos cosas, si trabajamos como tendencia para alimentar ese escenario político del Polo, reconociendo nuestro origen como Frente y si vamos a fortalecer el estudio, la movilización, el análisis y la militancia con movilización política, porque vamos a tener unas épocas de mucha movilización. Lo que estoy haciendo es una invitación a que tomemos esto en serio: a tomar en serio la organización, la movilización y a generar mayores niveles de confianza en un momento de represión.

El Turbión: –¿Algún mensaje a nuestros lectores?

Gloria Cuartas: –Yo quiero decirles que no podemos perder la esperanza, que es muy importante entre nosotros y nosotras tocar los temas que a veces son difíciles de tratar. Hoy la situación colombiana, en el marco de una geopolítica internacional, es muy compleja: estamos monitoreados, estamos custodiados. Por eso, no podemos ser inferiores al momento político que estamos viviendo: invito a la juventud, invito a las mujeres, a las organizaciones, a los sindicatos, a los movimientos populares para que estemos en unidad, para que nos volvamos a preguntar por el ideario de unidad, para recoger ese mandato de quienes están caminando en la calle y fortalezcamos la esperanza latinoamericana. Yo creo que si miramos hacia el Sur encontraremos la respuesta, el Sur tiene un camino alentador: están Venezuela, Cuba, Ecuador con sus movilizaciones, Bolivia y otros países y proyectos políticos, creo que hay un ambiente de solidaridad latinoamericana y caribeña que nos tiene que animar en esta búsqueda de unidad popular. Éste es el tiempo para fortalecer la unidad popular.

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