El Carnaval de la Luz/ Marcha de las Velitas 7 de Diciembre de 2005

El Carnaval de la Luz

Una de las acciones citadas por los manifestantes fue la de realizar una masiva demostración por las calles de la Capital el 7 de diciembre, aprovechando la tradicional fiesta de la ‘noche de las velitas’, para dar a conocer a la ciudadanía la difícil situación de la Universidad Nacional y los motivos del paro, dando con ello cierre al presente año con una pausa que permita que los estudiantes puedan viajar a sus regiones de origen para las festividades de fin de año y reiniciar actividades en la segunda semana de enero.

Más de 2.500 personas, entre estudiantes, trabajadores, profesores, padres de familia y parientes, exalumnos y acompañantes solidarios de distintas organizaciones políticas y sectores sociales, respondieron a la convocatoria realizada desde la semana pasada a través de medios tan diversos como los correos electrónicos, la página del movimiento http://ww.contrarreforma.tk/, carteles, volantes alusivos y grupos de estudiantes que se subían al transporte público a informar a la comunidad, haciendo presencia en la entrada de la Avenida El Dorado del Alma Máter hacia el final de la tarde, portando velas, antorchas, luminarias y faroles.

Sin embargo, a las 5:30pm hicieron presencia en el lugar más de 300 agentes y cuatro tanquetas del Escuadrón Móvil Antidisturbios que luego de lanzar, a través de los altoparlantes de dichos vehículos de guerra, advertencias como: “la marcha no está autorizada, o retiran a los niñitos o los quitamos de ahí”, ubicaron a sus efectivos en una pinza que abarcaba desde la transversal 37A hasta el puente peatonal ubicado frente a la portería de la universidad, los cuales, hacia las 6:30pm procedieron a acorralar y agredir a quienes allí se encontraban, golpeando a decenas de personas y empleando chorros de agua a gran presión, gases lacrimógenos y las ilegales granadas de dispersión contra quienes se habían concentrado junto a las puertas de la universidad, que el propio jefe de vigilancia de la universidad, Gerardo Cruz Torres, había ordenado cerrar minutos antes.

Versiones de varios testigos sitúan a este individuo abordando, junto a su escolta, una de las tanquetas que había hecho presencia en las inmediaciones de la UN y señalando desde ella a varios líderes estudiantiles, lo cual no deja de llamar la atención sobre la posible participación de las directivas en los hechos, tanto por los antecedentes –el señor Cruz estuvo involucrado directamente en el operativo de desalojo violento del campus del 5 de octubre de 2004 y ha venido impartiendo instrucciones precisas a la vigilancia privada para hacer seguimientos radiales o motorizados a líderes estudiantiles– como por la necesidad de la Rectoría y el Ministerio de contener la oleada de opinión pública contraria a su gestión que ha provocado el estrecho contacto del actual movimiento con la ciudadanía y los medios de comunicación.

Luego de más de una hora de agresiones y provocaciones de todo tipo por parte de la policía, los universitarios lograron hacerse a la vía y reclamarla para el legítimo derecho a la protesta, iniciando una movilización hacia el centro de Bogotá, donde, junto a la Torre Colpatria, los esperaba otro grueso grupo de manifestantes que se había retirado de la universidad por las condiciones de represión y un segundo grupo de ESMAD que impedía el paso hacia la Carrera Séptima, desconociendo el permiso que, en efecto, había emitido el día anterior la Secretaría de Gobierno Distrital para la realización de la movilización.

Luego de más de una hora de algunos forcejeos menores y de agresiones continuadas por parte de los agentes de policía, que incluyeron un intento de arrollar a estudiantes con una tanqueta sin identificación y el lanzamiento de dos petardos explosivos desde uno de estos vehículos, los manifestantes burlaron el cerco policial y avanzaron por la carrera 5 hacia la Plaza de Bolívar, donde miles de personas observaban el espectáculo de fuegos artificiales organizado por la Alcaldía Mayor, cumpliendo con ello el objetivo de la marcha.

Al ser consultados por este periódico sobre la continuidad de las actividades del paro, algunos dirigentes estudiantiles señalaron que las actividades serán reanudadas el próximo 10 de enero con la convocatoria a asambleas y con la evaluación de los avances que se han tenido hasta ahora por parte del movimiento. Expresaron, adicionalmente, su preocupación por una fuerte represión académica que desde ya se ve venir en las distintas facultades.

Con Información de El Periódico ElTurbión

9 de Diciembre de 2005