colombiainedita

Thursday, November 24, 2005

Tomado de Indy Media Colombia
Martes 22 de Noviembre.


El rechazo a las reformas
por
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Dolly Montoya C.

¿Qué pasa enla U. Nacional? Se ha sustituido el debate académico por los argumentos de autoridad. En la Universidad Nacional las actividades académicas llevan dos semanas suspendidas. La agudización de la crisis se produce como una respuesta a la falta de confianza en las directivas. A pesar de que en la sustentación de la actual reforma académica se cita que en la Universidad "... se ha tratado de imponer la cultura maniquea del cielo o el infierno, del bien o del mal, de esas grandes dicotomías en que se gana o se pierde todo, ciertas transacciones son más o menos impensables", se ha caído en los vicios criticados y se les ha añadido un tinte mesiánico. Las reformas siempre han causado rechazos, polémicas, algunas quizá innecesarias. Por las mismas razones, deben ir acompañadas de una estrategia de persuasión de los profesores y los estudiantes que lleve a una participación real desde abajo. Con procesos sanos y transparentes de comunicación a todos los niveles, que generen confianza entre los interlocutores, no jugando a ponerle la trampa al ratón para hacer aprobar en el Consejo Superior los acuerdos inconsultos que implementan la reforma. Las mismas actitudes se han adoptado con el estatuto general, las pensiones obligadas de profesores y los estatutos profesoral y estudiantil. Se han tomado medidas solo de carácter funcional, sin discurso académico que propicie los aportes de la comunidad a formas de implementación de la reforma. En otras palabras, se ha sustituido el debate académico por los argumentos de autoridad. Estas actitudes han llevado a los estudiantes a la satanización de la reforma y a la desconfianza de la comunidad en las acciones de las directivas. Se argumenta que todos los documentos se ponen en la Internet, pero ello no sustituye la comunicación entre pares académicos, ni los procesos de conceptualización y gestión de conocimiento necesarios para motivar los aportes. Así que bastan las demostraciones de falsa autoridad, por bien intencionadas que ellas sean, o la prisa que nos afugia. Es preciso reconocer y procurar los procesos que garanticen la acción mancomunada de la comunidad, que debe estar por encima de las acciones formales de reglamentación. La Universidad debe aportar a la sociedad y nutrirse de ella. La Universidad tiene el mandato constitucional de formar ciudadanos libres y demócratas, con el conocimiento como pilar y eje del proceso pedagógico, en el marco de un currículo abierto y flexible, como el más eficiente instrumento para hacer frente a los vertiginosos cambios en el mundo de la ciencia y la tecnología. El saber acumulado se convierte en el punto de partida para el conocer, la creatividad y la capacidad crítica. El proceso pedagógico se constituye en eje y núcleo central con sujetos que se comunican y dialogan en torno a sus síntesis sobre el saber acumulado, para formar los ciudadanos comprometidos con su entorno social. Es por ello que en la Universidad Nacional la autoevaluación institucional no ha sido una actividad aislada de la vida académica. Ha sido un conjunto de procesos participativos, permanentes, constantes y de mejoramiento, lo cual se refleja en la primera posición de la Universidad en los exámenes de estado Ecaes. Tenemos 224 grupos de investigación reconocidos por Colciencias, presencia en el país en programas de investigación, actualización de docentes en universidades regionales, presencia en las fronteras, entre otras actividades conjuntas de docentes y estudiantes. A pesar de todos los logros, no se puede desconocer que hay muchas situaciones por mejorar. Sin embargo, las mejoras deben hacerse con respeto a la dignidad de la institución y de sus miembros. De lo contrario, las buenas ideas se desdibujan y terminan en el rechazo. En pocas palabras, en la Universidad Nacional la legitimidad se construye colectivamente.

DOLLY MONTOYA C. MSC PHD. Profesora asociada, Instituto de Biotecnología Universidad Nacional.


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